Fehuluni
La historia de Fehuluni también conocida como Felehuhuni y Fehululuni es una que siempre me ha dejado perplejo desde que era niño. La historia resuena en el Reino de Tonga, una isla del PacÃfico Sur a 3.200 millas de Australia.
Hay dos historias principales que voy a discutir tanto como me contaron varios ancianos.
Nuestra primera historia comienza con una Fehuluni muy viva y completamente humana que resulta ser la hermosa hija de un jefe samoano. Un prÃncipe de Tonga llamado Sinilau de la isla de Tonga va a Samoa, ¿para qué? No lo recuerdo, pero es el equivalente masculino de Fehuluni. Se ven y se enamoran pero, pronto llega el momento de que Sinilau regrese a Tonga, se despide y regresa. Fehuluni no puede soportar la distancia y lo extraña tanto que lo sigue a Tonga contra la voluntad de su padre. Entonces, su padre la destierra para que no regrese en vida o muerte. Con esto en mente, se va voluntariamente a zarpar hacia Tonga. A su llegada, para su consternación, el prÃncipe no se encuentra por ninguna parte. El palacio no le permitirá entrar y nadie responderá por Sinilau. Sin embargo, ella continúa solo para descubrir que el prÃncipe se habÃa casado durante mucho tiempo y se habÃa olvidado de ella (otras versiones dicen que lo mataron en el mar o en una batalla poco después de dejar Samoa). En su lamento ella desaparece y nadie sabe qué le pasó hasta que comenzaron los apariciones.
Nuestra segunda historia comienza con un niño nacido medio inmortal o Konga'i Otua (medio dios) y medio humano, los padres no se dan cuenta de esto, pero la aldea y todos notan la gran belleza de Fehuluni y todos los que entran en contacto con ella simplemente encuentran ellos mismos cautivados por su belleza ... No se supo hasta que un dÃa, de mediados a finales de su adolescencia, un grupo de chicos que la siguieron a su casa y decidieron jugar al acosador, la estaban mirando a través de la ventana de su sala y vieron a la joven Fehuluni quitarle la cabeza y colocarla en su regazo, luego sacar los ojos de sus órbitas y colocarlos en su pecho. A partir de eso, comenzó a fa'ala o mirar a través de su cabello en busca de liendres y luego comenzó a trenzar su cabello. Todos los chicos corrieron y pronto todos en la ciudad estaban hablando de eso. Sus padres llegaron a casa para preguntarle, pero Fehuluni ya se habÃa ido y comenzaron las apariciones.
De cualquier manera, en ambas historias ella se convierte en este espÃritu amargo que vaga por siempre. En la primera versión, aparentemente persigue a todo Tonga y partes de Samoa. Supongo que serÃa la ciudad en la que su padre era el jefe. En ese primer cuento, vaga eternamente en busca de Sinilau. En la segunda versión, simplemente nunca se la encuentra, sino que solo se la ve cuando acecha.
Se dice que está muy celosa de cualquier chica hermosa que pueda ver. toma a la joven doncella y la atrae al mar, ahogándola asÃ. Si es un joven que ella cree que es hermoso, los tomará y los poseerá llevándolos también a la muerte. También se dice que es una especie de cambiaformas. A las niñas les aparece como un hombre (Sinilau) y a los hombres como ella misma (Fehuluni). Dicen que es muy hermosa con cabello grueso, largo, negro y suelto que le llega a los pies (o donde estarÃan de todos modos). Se la ve con un vestido blanco fluido con una orquÃdea roja en la oreja izquierda. La mayorÃa de los encuentros cuentan cómo ella se acercaba y hablaba contigo y solo serÃa por casualidad que miras hacia abajo y veas que solo está flotando o cuando regresas a casa y algo anda mal, la gente lo hará como hablaste con extraños ahà serÃa cuando recuerden que no tenÃa piernas.
Dicen que solo aparece de dÃa y lo último que se le ha visto es al anochecer. hay muchas historias flotando sobre ella.
** Esta historia fue contada por un veterano **
"Estuve en Tonga, creo que fue alrededor de 1974. Bueno, de todos modos, fue un año antes de que naciera tu tÃa. Verás, en Tonga tuvimos que ir a Uta (tierras agrÃcolas) para recolectar un poco de Taro (una raÃz vegetal que es comestible. Algo asà como Yam). Estaba casi oscuro y envié a tu tÃo de vuelta en el caballo con nuestra última carga de taro. Nuestro pedazo de tierra está cerca del acantilado y se podÃa ver la playa y si alguien habÃa estado allà teniendo un picnic Yo serÃa el primero en escucharlos o verlos, asà que después de que cargó nuestro último lote le dije que siguiera adelante, dejara la carga y volviera por mÃ.
Lo vi irse y luego continué quitando las malas hierbas y preparándome para nuestro regreso. Justo en ese momento pasó una señora. No le presté atención, excepto que ella me habló. ella me dijo “Oye, ¿quieres venir conmigo a la playa? están haciendo una barbacoa y un cerdo asado. Escucha, ¿puedes oÃrlos reÃr? Date prisa, déjanos ir ". No me movÃ. La miré y la encontré muy hermosa pero ya me daba la espalda. Le respondà “No, gracias. Estoy esperando a que mi hijo regrese en breve para que volvamos a casa ”. Cuando me di la vuelta para recoger mis cosas, me di cuenta de que no tenÃa piernas cuando me levanté para mirarla, se volvió y vi a su OrquÃdea roja amaneciendo en su oreja izquierda, inmediatamente supe que era su Fehuluni. Ella me dijo: "Vete y nunca más me dejes encontrarte aquà solo". ella se volvió y se desvaneció en los cielos oscurecidos.
En ese momento su tÃo regresó me sentà mareado y le conté lo sucedido. Me subió al caballo y nos acompañó a casa. le contó a tu abuelo lo que me pasó e inmediatamente llamó a su prima, quien era conocido en ese momento por hablar a menudo con Fehuluni y le pidió que viniera a ayudar, pero, antes de irse, ella ya estaba parada en nuestra puerta. Ella le dice a tu abuelo: “Fehuluni vino a verme, dijo que tu esposa se habÃa cruzado con ella una vez. Si no fueras mi sangre, se los habrÃa llevado a ella y a tu hijo ". luego continuó diciendo que estarÃa bien siempre que no regrese al área y me dejen solo. Hasta el dÃa de hoy no sé si lo que vi fue real o solo una alucinación.
Lo que me llamó la atención fue que la prima de tu abuelo, ella era sorda y no podÃa hablar con claridad pero esa noche que vino tenÃa una flor en la oreja izquierda y hablaba tan claro como el dÃa. Tan claro como cuando hablé con Fehuluni. Sea lo que sea, nunca me atrevà a probarlo y siempre enviaba a los chicos temprano en el dÃa en grupos ... "
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