La dama del bolso y la mariposa, The Bag Lady and the Butterfly
Como me dijo mi abuela: crecà en Cefalu cerca del agua. Jugábamos de niños hasta altas horas de la noche y habÃa una anciana que deambulaba por la calle. Su esposo habÃa muerto años antes y ella vivÃa sin hijos y sin un centavo. Una noche la vimos parada en el camino, mirando hacia arriba, paralizada. Siguió a una mariposa hasta una pared del callejón. Curiosamente, sacó un pequeño trozo de carne seca de su bolsillo y lo puso en la pared. Varias veces se la vio haciendo esto.
Un dÃa no estaba por ningún lado y supusimos que habÃa muerto. La vida continuó y pronto me convertà en una mujer joven. Siempre habÃa querido ayudar a la gente, asà que me convertà en enfermera. El médico residente habÃa estado atendiendo a una mujer de gran riqueza que vivÃa aislada y me pidió que lo ayudara porque estaba al borde de la muerte. Viajé con él a su casa, lleno de hermosas extravagancias y sin nadie que lo viera. Cuando entré a su habitación, me llamó. “Te recuerdo Elena. Jugabas de niño en las calles bajo las estrellas ". Conmocionado, le pregunté quién era. "Yo era la dama que mirabas, me seguiste muchas noches". Le dije que pensamos que habÃa muerto cuando ya no caminaba por esas calles donde jugábamos.
Y le pregunté cómo se encontraba en tal lujo. Ella sonrió y dijo: “Estaba sola. Nadie me hablaba, muchas veces me paraba a la orilla del agua y hablaba conmigo mismo. Entonces, una noche, una hermosa mariposa salió del agua y la seguÃ. Se detuvo en el lugar donde faltaba un ladrillo, un espacio escondido en una pared. Cuando alcancé su punto máximo, estaba oscuro, pero escuché una voz. DecÃa, “ven aquà y dame de comer cuando tenga hambre. Y cuando llegue el momento te recompensaré ”. Y asà lo hice. Le di comida incluso cuando no tenÃa nada para dar. Y muchas noches dormà con hambre. Una noche fui a la pared y escuché. “Tu amabilidad es recompensada. Alcanza y toma lo que es tuyo ". TenÃa miedo pero lo hice, metà la mano dentro. Y en la pared habÃa una llave, 7 monedas de oro y un papel doblado.
Ese papel era la escritura de esta casa, que habÃa pertenecido a la familia de mi esposo. El último superviviente de esa familia se habÃa ido y la llave abrió todas las cerraduras que tenÃa delante. La pequeña mariposa me lo pagó ".
La anciana murió y eligió ser enterrada en el mar.
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